Lo teníamos claro. Una guía sobre sostenibilidad tenía que ser ejemplo de cómo hacer diseño sostenible. Un diseño que tiene en cuenta el triple balance: impacto social, ecológico y medioambiental.
El diseño de esta guía sigue criterios de accesibilidad para que su contenido llegue al mayor número de personas posible aún con dificultades visuales.
Gracias a las decisiones de diseño hemos reducido la huella de carbono en un 60%, se han utilizado materiales de bajo impacto y se ha eliminado el uso de tóxicos.
La reducción de recursos hace que la producción de esta guía sea especialmente económica, lo que permite que su distribución pueda llegar a todas las personas que las necesiten, reduciendo el gasto.